Cómo abordar los pensamientos obsesivos

Los pensamientos obsesivos pueden ser desafiantes, pero hay estrategias efectivas para abordarlos. A continuación, algunas sugerencias que podrían ayudarte a gestionarlos:

1. Aceptación en lugar de resistencia

  • Los pensamientos obsesivos a menudo se intensifican cuando intentamos evitarlos o suprimirlos. Tratar de reprimirlos puede hacer que vuelvan con más fuerza. En lugar de luchar contra ellos, reconoce que son solo pensamientos y no necesitas actuar sobre ellos ni darles tanta importancia.

2. Desarrollo de la atención plena (mindfulness)

  • La práctica de mindfulness o atención plena ayuda a observar los pensamientos sin juzgarlos ni involucrarse emocionalmente. Esto significa observar el pensamiento obsesivo como si fueras un observador externo, sin identificarte ni reaccionar ante él. La meditación regular puede fortalecer esta habilidad, permitiéndote reducir la intensidad de los pensamientos obsesivos.

3. Prueba de técnicas de reestructuración cognitiva

  • La reestructuración cognitiva es una técnica utilizada en la terapia cognitivo-conductual (TCC) que consiste en desafiar y cuestionar los pensamientos irracionales. Puedes preguntarte, por ejemplo, “¿Qué evidencia tengo de que este pensamiento es cierto?” o “¿Es este pensamiento útil?”. Esto te ayuda a reducir el peso que tienen esos pensamientos.

4. Establece tiempos limitados para pensar en ellos

  • Dedica un tiempo específico al día (15-20 minutos) para enfocarte en los pensamientos obsesivos, (control de estímulo). Este periodo controlado puede reducir la frecuencia y la intensidad de los pensamientos fuera de ese tiempo.

5. Enfócate en actividades que ocupen tu atención

  • Mantenerte ocupado con actividades significativas puede desviar tu atención de los pensamientos obsesivos. Practicar algún deporte, pintar, leer o realizar tareas que requieren concentración ayuda a enfocar la mente en algo positivo.

6. Evita la autocrítica

  • Sentir frustración o culpa por tener pensamientos obsesivos solo alimenta el ciclo de ansiedad. Trátate con amabilidad y recuerda que todos tenemos pensamientos intrusivos en algún momento.

7. Terapia y apoyo profesional

  • La terapia cognitivo-conductual, y en particular la TCC enfocada en el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), es especialmente eficaz para lidiar con pensamientos obsesivos. Un terapeuta puede ayudarte a aplicar técnicas específicas, como la exposición con prevención de respuesta (EPR), que te permite enfrentar el pensamiento sin reaccionar de manera compulsiva.

8. Práctica de técnicas de relajación

  • Estrategias como la respiración profunda, la meditación y el yoga pueden ayudarte a reducir la ansiedad general, que a menudo es el combustible de los pensamientos obsesivos.

9. Entender el contexto de los pensamientos

  • A veces, los pensamientos obsesivos son una respuesta a situaciones de estrés o a sentimientos no procesados. Reflexiona sobre el contexto emocional en el que aparecen y si están relacionados con miedos, inseguridades o traumas que podrías trabajar con ayuda de un profesional.

10. Prueba de distanciamiento cognitivo

  • Puedes etiquetar los pensamientos obsesivos diciendo: “Estoy teniendo un pensamiento obsesivo que dice…” o “Mi mente está preocupada por…” Esto ayuda a que el pensamiento pierda peso y poder, ya que lo separa de tu identidad y te da perspectiva.